viernes, 5 de julio de 2013

UNA NOCHE DE SOLEDAD

Comerse el frío de todas las noches es difícil pero el amor de padre lo supera todo.

La soledad y los carros son su compañía.

Camina sin miedo por las pistas pues no hay nadie más que él.

Siempre está al tanto de los rateros, nunca faltan.

Para soportar el frío y estar despierto toda la noche es bueno alimentarse.

Un pedazo de ladrillo calma el cansancio de toda la noche.

En la soledad los minutos parecen horas y el sueño te vence.

No todo es soledad, al menos se siente acompañado unos minutos.

A veces lo sospechoso te pone al tanto.

Le alista para ir a casa porque ya amaneció.

Después de una noche difícil, es hora de estar en familia.

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